mañana

Las pestañas se dan el beso de despedida
la estrella mayor me abraza con su fuego 
los tejidos se tensan, crujen. 
El reloj me acribilla los pies.
Y ¿si sigo aquí 
las horas que sigan a esta y quizás un poco más?
coraje.
el mismo coraje se repite 
obstinado.
el frío hasta del piso. 
volví, el coraje hoy apareció
pero no ejerció,
lo siento acá al ladito mio, 
susurrándome al oído listas de cosas que no me interesarán
probablemente jamás.
¿para qué?
¿todo eso para qué?
¿para qué la monotonía babosa?
La nube que tengo debajo me tiene adherida
las telas me enredan


y logré salir
y el café fue té -





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